TECNOLOGIAS PARA LOS DIAGNOSTICOS EN MICROBIOLOGIA

Antiguamente, el laboratorio de microbiología solía ser un lugar de trabajo intensivo, equipado con incubadoras y microscopios. Los microbiólogos eran científicos pacientes esperando al menos 24 horas para que sus cultivos aislados crecieran lo suficiente para su identificación. Hoy en día la medicina de laboratorio se está desarrollando a un ritmo rápido y el laboratorio de microbiología está pasando por su propia evolución. Está surgiendo la automatización de los laboratorios y los procesos se hacen más rápidos que nunca, con más pruebas estandarizadas y comparables. Las muestras obtienen el código de barras antes de entrar en una serie de analizadores que miden los espectros de masas, la fluorescencia y las secuencias específicas de ADN. Casi todas las pruebas serológicas se ejecutan en multiplex (mide simultáneamente múltiples analitos) y en máquinas de alto rendimiento que pueden producir alrededor de 1000 resultados en una hora. Se trata de máquinas inteligentes que pueden ampliar automáticamente las pruebas en función de los resultados anteriores: por ejemplo, repetir, reflejar o agregar pruebas adicionales.

Una de las empresas que participan en esta revolución del laboratorio es Kiestra lab automation BV, con sede en los Países Bajos. Crearon un sistema para cubrir todo el proceso, desde la inoculación a la identificación automática.
Su lema “!Es la muestra que se mueve!” implica muchas características. El sistema comienza con el “InoqulA,” una máquina de inoculación completamente automática, en la que cualquier muestra líquida será abierta-inoculada-extendida-clasificada y transportada automáticamente a las incubadoras. 
Esto se puede hacer a una tasa elevada de rendimiento de hasta 400 inoculaciones por hora. Se utiliza una nueva tecnología con perlas magnéticas rodantes para rayar las placas, creando suficientes colonias aisladas en varias direcciones específicas.
Su identificación y metodología de susceptibilidad preferidas (por ejemplo, bioquímica, MALDITOF, difusión en disco, etc) pueden integrarse dentro del sistema. Se puede instalar un tablero monitor en el laboratorio, con el fin de optimizar la gestión de la carga de trabajo. En un abrir y cerrar de ojos, cada supervisor puede ver cuántas lecturas digitales tienen que hacerse y a que hora.
Con el fin de crear un laboratorio 24/7, se realiza la incubación, el procesamiento y la digitalización de imágenes sin parar, día y noche. Tener imágenes digitales de cada cultivo hace posible visualizarlas de forma remota. El uso de los teléfonos inteligentes en bacteriología ya se avecina: el navegador ReadA del iPhone le permite ver sus cultivos desde casi cualquier lugar.

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